En cuanto a la integración sensorial, el desarrollo de los sistemas sensoriales se pueden observar en el bebé, en la etapa intra útero. Es durante el primer trimestre de gestación que comienzan a desarrollarse. En el segundo trimestre entran en funcionamiento. Y en el tercero se produce una integración de éstos.
Sistemas sensoriales intrauterinos.
El tacto comienza a desarrollarse a las 8 semanas, el sistema vestibular a las 12 semanas, luego el olfato y el gusto. A las 20 semanas aproximadamente comienza a desarrollarse el sistema auditivo. Y el sistema visual en la semana 28.
Las experiencias sensoriales permiten al bebé interactuar con el medio en el que se encuentra. Dichas experiencias intraútero favorecen el acondicionamiento previo a la vida extra útero.
Etapa post natal.
Éstos sistemas continuan su desarrollo luego del nacimiento. A medida que el niño madura, va aumentando su capacidad para responder de manera más organizada frente a los estímulos que provienen del medio. Y va logrando una mayor precisión sensorial. Cuando el niño no logra adaptarse y responder de manera más organizada, de acuerdo a lo esperable según la edad cronológica, se puede observar que presenta conductas en donde intenta evitar los diferentes estímulos. Por ejemplo, llanto o movimientos desorganizados. En éstos casos se puede pensar en un bebé con una hiper o hiposensibilidad. Tanto en uno como en otro no se procesa de forma adecuada la información sensorial. En el primero por reaccionar de manera exagerada frente a los estímulos. Y en el segundo caso por tener poca sensibilidad, se observa la necesidad constante de buscar dichos estímulos .
Por consiguiente es importante la integración sensorial primaria. Los sentidos posibilitan al neonato el contacto con el medio circundante. Y la maduración de las vías sensoriales depende de la experiencia que haya tenido el bebé tanto intra como extra útero