¿Por qué hablar a tu bebé?

Una de las mayores fuentes de información para nuestros bebés somos nosotros mismos. Todos los padres del mundo somos una enciclopedia llena de conocimiento que podemos ir transmitiendo al niño poco a poco a lo largo de la rutinas del día a día. Para eso es muy importante hablar mucho al bebé. Explicarle lo que vamos haciendo, presentarle cualquier nuevo espacio, objeto o actividad que vayamos a realizar. 

Hablar a nuestro bebé es algo que podemos hacer desde el primer día. Se trata de una práctica maravillosa que además fortalecerá muchísimo el vínculo afectivo. Al principio tenemos la sensación de que no nos entienden. Y posiblemente sea así. Sin embargo, cuanto más le hablemos, cuanto más cosas le expliquemos, más rápido entenderá y conocerá su entorno. Y de forma indirecta estaremos potenciando su curiosidad por aprender cada día nuevas cosas.
Cuando un adulto viaja a un país extranjero para aprender la lengua del lugar, la forma más eficaz de lograrlo es estar rodeado de estímulos auditivos de ese idioma ya sea hablando con otras personas, oyendo sus conversaciones, escuchando la radio, televisión, etc… De manera que, cuanto más intensa es la inmersión lingüística, mayores son los resultados.

Y exactamente esto es lo que ocurre en el aprendizaje de la primera lengua. Con la ventaja de que el bebé aprende muchísimo más rápido que el adulto.
Así que no dudes en ningún momento en hablarle y explicarle todo lo que se te ocurra a tu bebé pues esa es la estimulación más natural y armónica que le puedes aportar.

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